
24
febrero
Participar de los procesos democráticos en el colegio, es un derecho, no una obligación, pues cuando decidimos juntos, crecemos como Comunidad Educativa. Al involucrarse en procesos democráticos, los estudiantes aprenden a valorar la diversidad de opiniones, a trabajar en equipo y a tomar decisiones responsables que impactan directamente en su entorno. Este ejercicio de participación no solo fortalece el sentido de pertenencia y solidaridad dentro de la escuela, sino que también fomenta la formación de ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes. A través de la democracia escolar, los jóvenes adquieren herramientas esenciales para la vida en sociedad, como el respeto por las normas, el diálogo y la capacidad de generar cambios positivos dentro y fuera de su comunidad.