Teniendo en cuenta, que dentro de nuestra filosofía como institución educativa se encuentra la formación integral de las estudiantes, desde el área de Psico-orientacion primaria, es objetivo fundamental enseñar a las niñas la óptima gestión de sus emociones. Por ello, la semana pasada en el marco de la semana de la salud mental, quisimos implementar una estrategia pedagógica que potencializara la inteligencia emocional a través del “emociometro”. Con este instrumento las niñas pueden, reconocer su estado emocional, aceptarlo no como “bueno” o “malo”, sino naturalizarlo y de esta manera buscar estrategias para gestionar efectivamente la emoción.  Así mismo, se implementó un espacio de formación, donde a través de estaciones (por cada emoción)  las niñas pudieron aprender las estrategias de afrontamiento de las emociones básicas (furia, desagrado, temor, alegría y tristeza).

De acuerdo a lo anterior, queremos invitarte como padre de familia a que construyas tu propio emociometro en casa y con esto nos apoyes para seguir fortaleciendo el  desarrollo de competencias emocionales en tu hija.

En épocas pasadas se nos enseñaba que presentar diversa emoción tenía una  valoración positiva o negativa, es decir el niño que estaba alegre era reafirmado positivamente, sin embargo, al que estaba triste o enojado se le generaban una serie de contingencias con el propósito de omitir o minimizar la presencia de la emoción. Las actitudes anteriormente descritas, son  patrones utilizados de padres a hijos en muchas generaciones, palabras como: “los hombres no lloran” han marcado considerablemente la forma en la que abordamos las emociones. Por ello en el quehacer como padres nos enfrentamos a diario con niños que han sido “castrados emocionalmente” desde sus casas.  Niños a los cuales se les ha enseñado que es malo enojarse o estar tristes. Es allí, cuando el papel de un adulto asertivo marca un hito en la enseñanza de la gestión de las emociones.

Dado que las competencias emocionales se convierten entonces en un pilar en la consecución de metas u objetivos de un individuo, cabe resaltar la pertinencia de aprender los componentes que se deben tener en cuenta para que una persona tenga una adecuada gestión de sus emociones

1. Reconocimiento emocional: es necesario ponerle nombre a lo que sentimos, es decir; estoy enojado, triste, alegre, con miedo y respondernos a la pregunta ¿Por qué estoy así?
2. Debo tener claro que la emoción es sentida por todo el cuerpo (hay una activación de signos vitales). Por ello es importante, que con ejercicios de respiración y relajación se logre estabilizar los sistemas corporales que están activados.
3. Resolver el problema que lleva a la emoción: es necesario que se intente dar solución al estímulo que género la emoción.