20
marzo
Padre de amor, hoy nos reunimos como familia primero que todo, para celebrar el regalo de la vida, esa vida que tú nos has dado para que la cuidemos, protejamos, y la amemos dando lo mejor de nosotros para los demás.
Con alegría hoy recordamos la presencia viva de San José , esposo de María y padre adoptivo de Jesús, Él como patrono de la Iglesia nos recuerda la misión de todos los hombres, en especial nuestros papitos, quienes por su responsabilidad, honestidad acompañamiento y sabiduría son dignos de admirar.
Sí, también nos reunimos ante tu altar , para recordar que en esta nuestra casa, hay una madre hermosa que nos cuida y nos protege, que siempre, está atenta a brindarnos su cariño y ternura para que cada día nos sintamos más alegres, protegidas, bendecidas y sobretodo más cerca de papito Dios.
Lectura del segundo libro de Samuel (7,4-5a.12-14a.16):
En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor:
– «Ve y dile a mi siervo David: “Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. El cons¬truirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre.” ».
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL:
SU LINAJE SERÁ PERPETUO
Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R.
Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades.» R.
El me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios,
mi Roca salvadora.»
Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable. R.
Evangelio según San MATEO 1,16- 18-21
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
– «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
Palabra del Señor